Los beneficios de las impresoras 3D en la enseñanza
Los beneficios de las impresoras 3D en la enseñanza
A
pesar de que aún no se encuentran de manera generalizada en las aulas,
las impresoras 3D aportan numerosos beneficios en el ámbito de la
educación. Conscientes de su potencial, países como Estados Unidos ya
apuestan por su uso en los centros escolares y universitarios,
avanzándose a una tendencia que, según el informe NMC Horizon 2015, se adoptará de manera generalizada en la enseñanza superior en un plazo de entre cuatro y cinco años.
Cada vez está más presente la tecnología en las aulas, las impresoras
3D son unas de las grandes apuestas para los próximos años para el
sector educación como apoyo en determinadas asignaturas gracias a la
posibilidad de materialización de un concepto estudiado en un objeto
real. En España, la Comunidad de Madrid ha sido pionera al anunciar que
dotará a más de 300 Institutos de Educación Secundaria con una impresora
3D.
Marc Torras, director general de EntresD, distribuidora de las
impresoras 3D Home&Kids UP! Mini y Pro UP! Plus2 en España, señala
cuáles son las ventajas más destacadas que aportan las impresoras 3D:
1. Fomentan la creatividad y la capacidad de resolver problemas: La
principal aportación de las impresoras 3D es su capacidad para
materializar las ideas en objetos reales. Esta funcionalidad provoca un
cambio de mentalidad en el alumno que debe solventar los posibles
obstáculos que surjan en el mundo físico aplicando la creatividad e
innovando hasta obtener el objetivo deseado. La adquisición de estas
aptitudes prepara mejor a los estudiantes para el futuro mundo laboral.
“La creatividad va a ser cada vez más demandada en los trabajos ya
que la producción se está trasladando a China y otros países y en
Europa nos estamos centrando más en el diseño. Además, las impresoras 3D
se están introduciendo cada vez más en el ámbito profesional. En un
futuro no muy lejano más del 50% de las empresas tendrán un equipo de
estas características. Es importante que los alumnos estén
familiarizados con sus posibilidades”, señala Marc Torras.2. Generan más participación: Las impresoras 3D
convierten la experiencia del aprendizaje en un proceso mucho más lúdico
y participativo.Algunos centros escolares crean espacios comunes para
utilizarlas en los que los estudiantes pueden explorar de manera
conjunta. El papel del profesor para dinamizar su uso es muy importante.
“Siempre pongo un ejemplo que ilustra la importancia que tiene el
docente a la hora de sacar el máximo provecho de una impresora 3D. El
profesor puede explicar a sus alumnos el tema de Egipto utilizando la
impresora para obtener una pirámide, pero eso no supondría mucho más que
mostrarla en una pizarra digital. Sin embargo, puede decidir imprimir
los bloques y retar a los alumnos a construir una pirámide entre todos,
para que vean lo increíblemente difícil que es y el mérito que tenían
los egipcios. Aquí realmente se está aprovechando el valor añadido que
aporta esta tecnología”, explica Marc Torras.3. Captan el interés de los estudiantes: La
posibilidad de aprender a través de la práctica y de ver el resultado
real de sus diseños hace que los alumnos muestren más interés y se
sientan más motivados. Esto es especialmente interesante en el caso de
los estudiantes con problemas de atención que logran mejorar su
capacidad de concentración. En definitiva, pasar de las clases teóricas a
la creación propia puede ser un gran incentivo en el proceso de
aprendizaje.
4. Facilitan la tarea del docente: Las asignaturas de
ciencias, tecnología, ingenierías y matemáticas tienen en las impresoras
3D unas grandes aliadas, ya que permiten trasladar a un escenario real
conceptos que, en ocasiones, son difíciles de explicar. No obstante, y a
pesar de que su uso está generalmente asociado a estas materias, las
impresoras 3D también pueden utilizarse en áreas como geografía o
historia para recrear mapas topográficos o lugares y personajes, a modo
de ejemplo.
5. Promueven la colaboración entre diferentes materias y departamentos: Diversas
experiencias han demostrado que el uso de impresoras 3D en el ámbito
educativo fomenta la colaboración entre diferentes materias y
especialidades y promueve el trabajo en equipo.
“Contar con una impresora 3D de sobremesa en los centros de
primaria y secundaria permitirá a los alumnos descubrir las
posibilidades que tiene diseñar en 3D y lo sencillo que puede llegar a
ser materializar una idea o un diseño. Esto implica un gran cambio de
mentalidad y promueve la creación“, comenta el director general de EntresD.
La figura del profesor, clave.A pesar de estos beneficios, las impresoras 3D aún se encuentran en pocos centros educativos. No
es una cuestión de presupuesto, ya que actualmente el coste de una
impresora 3D de sobremesa es asequible para un centro y el coste de
mantenimiento es muy reducido. Entre los aspectos que dificultan su
adopción en las aulas, el más importante es el desconocimiento por parte
del profesor, que necesita de la formación adecuada para poder sacarle
partido a esta nueva tecnología.
“Los profesores tienen mucho interés en introducir esta tecnología
en el aula pero no están formados para su uso y no saben cómo
utilizarlas aplicándolas a sus materias. Por ello es fundamental
facilitarles detalladamente las posibilidades de uso que tienen las
impresoras 3D, concretando y explorando las diferentes aplicaciones para
cada una de las asignaturas y de los temas específicos”, señala Marc Torras.
“Para poder llevar la impresión 3D a las aulas y que los alumnos se
beneficien de ellas es necesario integrar esta nueva tecnología en el
desarrollo curricular del alumno. Algo que se tiene que hacer desde los
departamentos de educación y que no puede depender de la implicación
individual de los profesores. Se trata de facilitarles la tarea. En este
sentido en EntresD estamos trabajando para desarrollar un libro que
responda a las necesidades del profesor”.ELISAVA y Mobile Learning Awards 2015.Las impresoras 3D pueden emplearse en todas las fases del sistema
educativo, desde los estadios más iniciales de la enseñanza hasta la
universidad. Una experiencia interesante es la de la Escuela Superior de
Diseño e Ingeniería de Barcelona ELISAVA que ha puesto a disposición de
sus alumnos impresoras 3D UP! Plus de EntresD para ayudarles a
materializar con detalle y precisión sus proyectos.
Y las escuelas ganadoras del Mobile Learning Awards 2015 de mSchools,
concurso que quiere implementar el uso de las nuevas tecnologías en los
centros educativos de Cataluña, fueron premiadas con impresoras 3D Pro
UP! Plus2 y Home&Kids UP! Mini de EntresD para sus centros
educativos.
“Dentro de uno o dos años serán habituales en todos los centros
educativos. Ahora mismo el principal obstáculo es el desconocimiento por
parte de los docentes. En general se cree que es un tema muy complejo, y
actualmente es tan sencillo como imprimir en papel. Además los precios
también han bajado mucho y por menos de 1.000 euros un centro educativo
puede tener una impresora 3D de sobremesa”, comenta Marc Torras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario